- Back to Home »
- TRATAMIENTOS DE ESPOLONES »
- COMO PREVENIR UN ESPOLÓN.
Puede estar provocado por una mala postura, el uso de cierto calzado inadecuado o todo lo que pueda modificar la zona. En este artículo te contamos qué son los espolones.
Qué saber sobre el espolón
La sensación de dolor es característica del espolón y esto sucede cuando la inflamación del talón se agrava. En ese caso provoca una fascitis plantar y las molestias se expanden también al pie y los dedos.
Para diagnosticar un espolón los médicos utilizan una radiografía común.
No obstante, a simple vista también se pueden ver los espolones ya que son unas pequeñas protuberancias causadas por la acumulación de calcio.
Entre los factores que desencadenan esta patología se encuentran realizar ciertas actividades de forma repetitiva y utilizar tacones todos los días. También está relacionado con el sobrepeso, el pie plano o muy arqueado y las contracturas en el talón de Aquíles.
Los estiramientos continuados y excesivos de la fascia plantar (tejido que recubre los músculos del pie) son los que provocan los dolores y esta condición. Al tratar de apoyar el talón duele y hace casi imposible mantenerse en pie por mucho rato.
Según informan en la Asociación Española de Podología Deportiva (Aepode), el cuerpo repara la herida producida cuando se desconecta la fascía del hueso transportando calcio a través del torrente sanguíneo.
Si la cantidad acumulada es superior a lo normal entonces se produce el espolón.
El espolón en sí no tiene ningún síntoma. La que presenta el dolor es la fascitis plantar en la parte interna del talón, pero también en cualquiera de los cinco metatarsianos (dedos).
La sensación es como si se estuvieran recibiendo pinchazos, los cuales desaparecen cuando el pie está en reposo.Es preciso saber que los espolones no tienen una cura de un día para otro. El proceso puede llevar su tiempo y es preciso ser constante. Algunos tratamientos eficaces para reducir el dolor y la inflamación son:
Bolsa de hielo
Colócate en el talón durante 15 minutos, al menos, 2 veces al día. Puede ser un par de cubos de hielo o una bolsa especial que se introduce en el congelador.
Algunos hacen rodar el pie sobre una lata o una botella congelada.
Descanso
Es importante que el pie no esté continuamente trabajando. Trata de elevarlo a cada rato durante la jornada y por las noches duerme con un cojín puesto debajo del talón. De esta manera la presión ejercida durante el día se reducirá y podrás descansar mejor.
También es preciso que realices algunos cambios en tus actividades cotidianas. Por ejemplo, si haces ejercicio, evita aquellos que tengan una mayor presión o un impacto superior en esta zona.
Puedes optar por disciplinas más tranquilas ya sea la natación, andar en bicicleta o simplemente caminar.
Férula nocturna
Esta tablilla la receta el médico y se consigue en las casas de ortopedia. Ayuda a que la fascia plantar se estire mientras duermes. Esta férula en forma de “L” permite que el pie se mantenga en su posición ideal.
Si te duele mucho puedes usarla también durante el día.
